Su estilo se podría definir como en continuo movimiento, una búsqueda constante de un lenguaje propio y personal que bebe de innumerables fuentes.

Luis dibuja desde pequeño, estudió Bellas Artes y a lo largo de los años sus intereses se centraron en distintas formas expresivas, desde el comic y la ilustración hasta el dibujo hiperrealista pasando por el pop art, el expresionismo, el cubismo, el arte abstracto, el art brut y el arte urbano, pero siempre intentando impregnar todo lo que hacía de su propia personalidad y visión ya que considera que el arte nunca debe someterse a reglas fijas.

El mundo del tatuaje le ofreció un nuevo soporte expresivo, un lienzo con su propia composición que parte de una belleza de líneas propia que le gusta respetar y al que trata de adaptarse. Sus trabajos en este campo, son generalmente en negro, en los que a veces aparece alguna nota de color. Una búsqueda constante de algo nuevo e incatalogable pero basado en las técnicas y la filosofía del tatuaje tradicional.