Abel Miranda es, sin duda alguna, uno de los tatuadores más representativos en la actualidad tanto a nivel nacional como internacional, y una de las razones es su preocupación y personalización de cada trabajo, buscando en todo momento rediseñar el cuerpo para crear una representación perfecta en todo momento y sin deformación, independientemente de la postura o el movimiento del tatuado.
Abel Miranda destaca la piel como el mejor lienzo para contar tu historia
En la mayor parte de casos, cuando una persona decide realizarse un tatuaje, lo más frecuente es que lo haga por dos razones:
- Imprimir sobre la piel un diseño estéticamente bonito.
- Representar algo relevante en sus vidas.
Esto hace que a menudo, la persona que quiere tatuarse, vaya con una idea bastante clara del diseño o de los sentimientos, ideales o cualquier otra forma de expresión que quiera que se vea representada sobre su piel.
Sin embargo, Abel Miranda da un paso más allá, y es que el objetivo no es el de elegir un tatuaje al uso para representar una idea que al final se repite sobre muchos lienzos y pierde su originalidad y su fuerza, sino que lo importante es alcanzar lo más profundo, real y natural de la persona que se va a tatuar para dar lugar a una creación que será única y exclusiva, ya que representará tan sólo lo que siente esa alma.
Ésa es una de las razones por las que, por ejemplo, Abel Miranda disfruta trabajando en lugares diferentes, apartados del gabinete y de las zonas que tanto él como la persona tatuada suelen frecuentar, e incluso también apartados temporalmente de las personas que suele haber en nuestro entorno.
Gracias a ello, consigue desconectar por completo de la necesidad de cumplir con un rol específico, dando lugar a la liberación del alma y de la verdadera personalidad que es donde se tiene que inspirar el proyecto.
Para Abel Miranda, todos vivimos rodeados e influenciados por una sociedad que se presenta de diferentes maneras en función del grupo o persona con la que nos encontramos, con lo cual adquirimos un rol junto a nuestros padres que será diferente al que tenemos con nuestra pareja, con los compañeros con los que trabajamos, nuestros jefes o superiores y por supuesto también con los amigos con los que tomamos una cerveza.
Todo esto influye de diferentes formas en nuestra personalidad y en el modo en el que nos expresamos, haciendo que nazca sobre nosotros una especie de costra que nos permite una plena adaptación al medio, pero por el contrario, impide que nuestro yo real salga a la luz.
Esto es lo que se consigue al romper con los esquemas o con la necesidad de seguir manteniendo esos roles, que la persona que se va a tatuar, separe toda esa cáscara para dejar salir su verdadero espíritu.
La importancia de crear nuevas formas para el rediseño del cuerpo mediante el tatuaje
Además de captar la esencia de la persona, Miranda también redobla sus esfuerzos a la hora de crear nuevas formas a través de las cuales consigue rediseñar el cuerpo de manera asombrosa.
Es decir, el tatuaje no sólo va a funcionar como un mero dibujo sobre la piel, sino que va a darle vida, movimiento y a la vez le permitirá crear sensaciones al espectador.
Para ello trabaja preocupándose por la adaptación perfecta a cada forma y a cada músculo, con la particularidad de tener en cuenta no sólo los momentos en los que la parte tatuada va a permanecer estática, sino también cuando cambie de posición y por supuesto muy especialmente durante el movimiento.
Abel Miranda busca lograr que el tatuaje acompañe en todo momento las múltiples formas del cuerpo, evitando así que se rompan en los momentos en los que cambia su forma o posición.