Por todos es sabido que después de la realización del tatuaje, es muy importante cuidar la zona de la piel afectada, pero muchas veces no cumplimos del todo con las recomendaciones, de manera que vamos a intentar reforzar la importancia de estos cuidados analizando qué puede ocurrir si no cuido bien el tatuaje, incluyendo las principales complicaciones que se suelen presentar.
Sigue las pautas del profesional para cuidar tu tatuaje
En el momento en el que te hagas un tatuaje, el profesional se encargará de explicarte todo lo que tienes que hacer antes, durante y después del trabajo.
De toda esta información, buena parte estará referida a los cuidados y mantenimiento que buscarán, por una parte, garantizar que el tatuaje sale perfecto, mientras que por otra, se intentará evitar que haya ningún tipo de molestia o por supuesto complicaciones.
Es muy importante que a la hora de hacerte un tatuaje, te asegures de que estás en manos de profesionales responsables y con experiencia, ya que de esta manera, el riesgo de que haya cualquier tipo de complicación es mínimo, siempre y cuando tengas en cuenta las pautas indicadas.
Debes recordar que un tatuaje no deja de ser una pequeña herida en tu piel, por lo que aunque sea mínima, hay que tratarla de forma adecuada para evitar cualquier tipo de problema.
Las complicaciones más habituales por no cuidar bien los tatuajes
En caso de no seguir las pautas indicadas por el tatuador profesional, principalmente nos podemos encontrar con cuatro complicaciones que son:
Las infecciones de la zona tatuada
La más evidente es que se produzca una infección en la zona tatuada, es decir, que entre algún microorganismo o bacteria que dé lugar al desarrollo de una infección que puede ser de diferente importancia en base al organismo que la causa.
Generalmente esto no llega a suponer un serio problema, siempre y cuando se actúe a tiempo, pero puede llegar a dañar un poco el tatuaje y por supuesto no deja de ser una infección que debemos evitar en nuestro cuerpo.
Inflamación de la zona
Otra razón por la que debemos seguir las indicaciones del profesional es para evitar que se produzca una inflamación en la zona tatuada.
Esto es bastante habitual, pero suele remitir en pocas horas o en unos días, pero si no llevamos a cabo los cuidados adecuados, puede llegar a convertirse en un problema y durar más de lo necesario.
Problemas con los pigmentos
En algunos casos también se pueden producir problemas con los pigmentos, ya sea por la utilización de un tipo de tinta que no tenga suficiente calidad, o porque el organismo de una persona en particular reaccione de forma negativa a los mismos.
Esto es muy poco frecuente, muy especialmente si nos realizamos los tatuajes en un centro de confianza.
Las reacciones alérgicas
En algunos casos también se puede llegar a producir una reacción alérgica debido a los pigmentos.
Antes de comenzar con el proceso, el tatuador realizará una prueba de alergia, por lo que es muy poco habitual que se pueda desarrollar de cara al futuro. Sin embargo, se han dado casos en los que se llega a producir incluso años después de realizado el tatuaje, por lo que, aunque no es demasiado común, es algo que debemos valorar.
La mejor forma de prevenir es poniéndote en manos de un profesional
Para poder evitar todo esto, lo más importante es ponernos en manos de un profesional, es decir, no es algo en lo que valga la pena ahorrar dinero, sino que es mejor tener la garantía de que estamos en manos de un experto que trabaja con material estéril, llevando a cabo procesos seguros y que además nos puede asesorar convenientemente para llevar a cabo los cuidados necesarios tanto antes como durante y después del tatuaje.
Esto es lo que puede ocurrir si no cuido bien el tatuaje, de manera que os aconsejamos que lo tengáis en cuenta y sigáis siempre las indicaciones del profesional para disfrutar de las máximas garantías.