Tatuaje japonés

Es uno de los estilos de tatuajes más popular que existen, pero como bien dice el dicho, “nadie es profeta en su tierra”. Es visto con malos ojos en su país de origen, pero es tremendamente popular de este lado del mundo. Hablamos, por supuesto, del estilo de tatuaje japonés.

Un poco de historia

El Irezumi, o su traducción literal, “insertar tinta”, se remonta con alguna que otra duda hasta la era paleolítica, ubicada a mas de 5.000 años antes de Cristo.

Lo que sí es indiscutible es que entre el año 300 aC y 300 dC, durante el período Yayoi, los tatuajes fueron contundentemente reportados por visitantes chinos a las tierras niponas.

En este período, los tatuajes fueron usados como símbolos de estatus, muestra de rango social o de protección contra espíritus.

Los tatuajes en tierras japonesas siguieron esa línea hasta el año 720, donde por primera vez se documenta el uso del tatuaje con connotaciones negativas y relacionados con la criminalidad. En dicho año, el emperador utilizó el tatuaje como forma de castigo a cambio de la pena de muerte.

Más adelante, específicamente durante el período Edo (1600 -1868 d.c), el sistema de tatuajes para criminales evolucionó. Y el tipo de tatuaje que se realizaba sobre el criminal, indicaba el acto que la persona había cometido. De esta forma, su marca en la sociedad era permanente. Desde ya, las consecuencias de estas marcas eran de rechazo social absoluto. Las familias evitaban tener cerca a gente tatuada, y hasta eran expulsados de festividades y actividades recreativas. Estos tatuajes eran denominados Bokkei.

Al inicio del período Meiji, que abarcó desde 1868 hasta 1912, el gobierno japonés, en el intento de proteger su imagen y causar buena impresión con el occidente, prohibió los tatuajes. Sin embargo había determinados grupos que llevaban su cuerpo entintado, como los obreros, bomberos y gánsters.

Un legado muy pesado

Durante las fuerzas de ocupación en 1948, el tatuaje fue nuevamente legalizado. Pero su uso aun sostenía algunas connotaciones criminales y se asociaba con la notable mafia japonesa: Yakuza. Los yakuza eligieron los tatuajes como marca personal por varias razones. Primero por el dolor, segundo por la lealtad que suponía una marca permanente, y por supuesto por el papel de reconocimiento de estar fuera de la ley.

Aun hoy, cuando las generaciones mas jóvenes comienzan a romper esos tabúes sociales, se mantiene en general, una cierta discreción con respecto a los tatuajes.

Habiendo repasado un poco el camino del tatuaje japonés hasta nuestros días, vamos ahora a conocer algunos de los significados detrás de los símbolos más utilizados en la tradición nipona del tatuaje.

Tatuaje japonés de Dragón

Los japoneses creen que los dragones asiáticos se originaron en tierras niponas, antes de extenderse a otras zonas de Asia. En Corea y China se cree lo contrario, autoproclamándose como la cuna de los dragones.

Sea cual sea el origen, todos los dragones asiáticos están asociados con el agua y las lluvias. Representan generosidad y sabiduría. Ademas, son considerados animales muy benevolentes, que utilizan su poder y fuerza únicamente para hacer el bien. Caso contrario en la mitología europea, donde el dragón es enfrentado, y representa la ferocidad.

Tatuaje Japonés de la Flor

Las flores tienen una variedad de significados y son un diseño muy valorado en Japón.

Crisantemos, Flores de loto, la flor del cerezo, peonias y otras son constantemente retratadas en este estilo.

Tomemos por caso a la flor de cerezo: es una flor que no florece durante mucho tiempo y que es arrancada de los árboles con el más mínimo viento. La fragilidad de esta flor representa la existencia humana y el hermoso período de la propia vida. Los japoneses las ven como un reflejo de su propia mortalidad.

A las peonias, por ejemplo, se les conoce como las Reinas de las Flores y simbolizan tanto la riqueza como la elegancia.

Tatuaje japonés de tigres

Si bien es un símbolo muy usado en China, el tigre tiene un gran poder dentro de la cultura del sol naciente. Con el tigre se representa las mismísimas cualidades del animal: la fuerza, el coraje y una larga vida. Son elegidos como parte de un tatuaje para la protección contra la mala suerte, los malos espíritus y las enfermedades.

Tatuaje Japonés del pez Koi

Es, sin dudas, el tatuaje japonés más popular que existe. Las carpas Koi están especialmente criadas y son originarias de China. Son símbolo de fuerza, lucha, esfuerzo, determinación y capacidad de imponerse con éxito.

Se sabe que el Koi, en China, nada en contra de la corriente en el río Amarillo. Muy pocos logran pasar más allá del punto llamado el Dragons Gate. La creencia popular dice que aquellos que lo logren, serán recompensados convirtiéndose en dragones.

Máscaras de Oni

Los oni son personajes populares en el arte, literatura y teatro japoneses. Son criaturas del folclore japonés que con su feroz expresión, sus ojos saltones, su boca llena de colmillos, y sus cuernos saliendo a los lados de su frente, guardan una gran similitud con los demonios representados en las religiones y el arte popular occidentales. La máscara de Oni es un diseño muy utilizado en el arte del tatuaje japonés y representa la creencia en un mundo de espíritus, donde los demonios llevan a cabo sus funciones de castigar al injusto y malvado.

Las Máscaras Hannya, otro diseño muy utilizado y similar a las Oni, nada tienen que ver con la figura del diablo o Satanás como popularmente se cree. De acuerdo a relatos folclóricos japoneses, las Hannya eran mujeres que se transformaron en monstruos abominables, ya sea por pasión, celos o envidia

 

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